miércoles, 15 de octubre de 2008

Pilar Prades, la envenadora de Valencia

Los asesinos en serie tienen, según el caso, diferentes maneras de ejecutar sus macabros planes homicidas. En el caso de los hombres, la brutalidad, el móvil sexual y la violencia extrema suele ser el modus operandi. En el caso de las mujeres, este se inclina hacia la manipulación de otras personas, o como en el caso que ocupa esta semana, la aplicación de dosis de elementos químicos, al veneno.
Fue el sistema que utilizó Pilar Prades, la que se conoció como La Envenadora de Valencia.
Pilar nació en Bejís, cerca, muy cerca de Onda, el año 1928. Se trasladó a Valencia siendo adolescente, y encontró trabajo y hogar en la casa de la familia Vilanova-Pascual, charcuteros con cierto nombre en la capital del Turia.
Era el año 1955, y Enrique Vilanova y Adela Pascual eran propietarios de un negocio floreciente, que les permitía vivr con cierto desahogo en los difíciles años en que España salía de una posguerra de penurias.
Pilar estaba mucho tiempo sola en la casa y disfrutaba estando en ella, sin más compañía que los lujos que la rodeaban. En sus sueños, se veía como la dueña del hogar, como la señora de la casa.
La realidad, y Pilar lo sabía, era muy diferente. La casa pertenecía a los señores, y la señora era la dueña de la casa y del corazón de Enrique, que también le parecía a Pilar que debería pertenecerle.
Paseaba por la casa y un día, mientras los señores estaban en el trabajo, se le ocurrió una solución.
Esta solución apareció en forma de frasco. La etiqueta ponía Diluvión, y en letras pequeñas aseguraba que era el remedio más eficaz para eliminar a las hormigas.
Comenzó a suministrar pequeñas dosis del brebaje a Adela, en los cafés, en la sopa, en cualquier alimento o bebida que ingería la señora. El arsénico del que estaba compuesto el Diluvión comenzó a hacer efecto.
Adela comenzó a sentirse mal, a debilitarse, a perder días de trabajo y a permanecer horas en la cama, al cuidado de Pilar.
Enrique llamó a un médico, que reconoció a la enferma, sin poder determinar el origen de sus males. La joven doncella, mientras, daba solícitamente sus medicinas, sus comidas y no la descuidaba ni un momento. Por supuesto, continuaba suministrándole el veneno.
El médico, tras unos días sin saber qué hacer, decidió intentar hospitalizarla, y Pilar, atenta, escuchó como se tomaba esta decisión y se apresuró a incrementar la dosis para Adela, para que no llegara al hospital.
En pocos días, mientras Enrique se decidía a ingresarla, la señora empeoró y falleció.
El reconocimiento determinó que se trataba de una pancreatitis, y que aunque extraña, la enfermedad no se salía de lo normal. Pilar se quedó fuera de toda sospecha.
Pero lo que no sospechaba la asistenta fue que Enrique abandonó la casa, el negocio y se fue de Valencia, entristecido por su pérdida.
Así que Pilar, lejos de quedarse con el hombre y los bienes de la familia, se quedó sin trabajo y en la calle.
Una mañana, mientras desayuna en la cafetería de costumbre, se encuentra a Aurelia Sanz, cocinera en un domicilio de la calle Isabel La Católica.
En esa casa, del doctor Manuel Berenguer y Carmen Cid, entró a servir Pilar, junto a su nueva amiga.
Aurelia y Pilar comenzaron a salir juntas, a pasear, a bailar, a visitar la ciudad cuando tenían libre.
En uno de esos paseos se encontraron con dos jóvenes. La playa de la Malvarrosa fue testigo de ese encuentro, en el que ambas se enamoraron del mismo chico.
Él, sin embargo, sólo se fijó en Aurelia, para desespero de Pilar. Comenzaron a salir y la joven asesina era testigo en silencio de la relación. Ambas comenzaron a distanciarse, y Pilar hablaba mal de ella, se quejaba constantemente.
Su plan volvió a tomar forma. Aurelia comenzó a enfermar, igual que lo hizo su antigua señora. Era el año 1956 cuando el veneno comenzó de nuevo a funcionar. Pero no se limitó a Aurelia, sino que Carmen se puso también en el punto de mira de Pilar. Si una vez no consiguió hacerse con la casa, quizás en esta ocasión…
Mientras, Aurelia tenía serios problemas, y el doctor decidió ingresarla en el hospital. Allí, separada de la causa de sus males, comenzó a mejorar, pero el daño ya estaba hecho.
Manuel, mientras, llega a una conclusión: el mal podría ser envenamiento.
Además, Carmen comenzó a sentir los mismos síntomas. Pilar continuaba con su plan.
El médico hiló la madeja con cuidado y halló un nombre sospechoso: Pilar Prades. Buscó a Enrique Vilanova, de quien sabía que era viudo y que Pilar había trabajado para ella. Consiguió que exhumarán el cadáver y en él hallaron restos de arsénico.
Inmediatamente, hizo que Pilar abandonara la casa, en previsión de males mayores y llevó al laboratorio una muestra de la orina de Carmen. En esta, halló también el temido arsénico.
Ya no tenía ninguna duda: Pilar Prades había envenenado a su antigua señora, a su compañera Aurelia e intentaba hacer lo mismo con su mujer.
La denunció y fue detenida en el acto.
En el juicio fue declarada culpable y condenada a morir por garrote vil. Fue la última mujer en morir con este cruel método, a manos del más famoso verdugo del régimen franquista.
Su historia salió del ámbito nacional y viajó por todo el mundo, conmocionando a toda la sociedad occidental. Su vida inspiró un serial radiofónico en Argentina, que con el título de “La galleguita de cara sucia” fue un tremendo éxito de audiencia.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante blog, no sabía que fue la última mujer en ser torturada y condenada a ese suplicio...
Me gustó el blog, lo agregué a lo que visito contínuamente...

Saludos.-

Víctor Alós dijo...

Gracias por la visita.
Sí, fue la última mujer ajusticiada en España por el garrote vil, y una de las asesinas más recordadas de los últimos años, por desgracia.
Un saludin

Susabea Montesinos dijo...

Hola, tengo 15 años y me interesa todo esto de la criminología... Precisamente soy de Valencia. ¿Vas a poner algún artículo sobre Jarabo? Es que es u asesino que me interesa mucho.

Gracias.

Víctor Alós dijo...

Hola.
Lo tienes aquí mismo:
http://lacronicanegra.blogspot.com/2008/08/jarabo-un-asesino-con-clase.html
Un saludin

Susabea Montesinos dijo...

Wow!!! Gracias! Pásate por mi blog, estoy reuniendo información para escribir sobr Jarabo tabién.

Susabea Montesinos dijo...

Perdona, pero me dice que la página no existe.

Anónimo dijo...

Hola ,muy interesante tu blog. Respecto al tema
de a los hechos criminales que recayeron sobre Pilar Prades , debo aclarar que hoy en día se les tendría que tratar como mínimo de supuestos debido a varios puntos oscuros del sumario como :
1 -Pilar Prades era analfabeta (¿Cómo podía saber que dosis tenía que suministrar para que no fuese letal de forma inmediata.. sino a largo plazo ?)
2 - El interrogatorio de 36 horas sin alimentos y
tan solo con aspirinas (literalmente ) donde además los policias que la interrogaron y "arrancaron" su confesión , posteriormente no declararon en el juicio
3 - Cómo un Capitán Médico Militar decide denunciar un mes mas tarde de descubrir los hechos criminales y a la presunta culpable
4 - Los móviles , aparte de ser totalmente subjetivos y basados en suposiciones como por ejemplo "quería ser la dueña de la casa" .. podrían ajustarse en el caso de la fallecida (carnicera ) pero no en el caso de intento de la esposa de Manuel Berenguer Terraza (Capitán Médico ) debido a las evidentes diferencias culturales.

Cuando se publico una serie de peliculas dedicada a nuestra historia negra ( la huella del crimen) .. ya en el título del capítulo dedicados a estos hechos , los autores decidieron poner "el caso de las envenenadas de Valencia" en vez del de "la envenenadora de Valencia"

Por cierto en Valencia no gusto demasiado .. supongo que a los que no salían demasiado bien

Víctor Alós dijo...

David, obviamente, he trabajado con la información disponibel al público general. Estos son hechos probados en el juicio, pero claro, que sean probados en el juicio no quiere decir que haya quien esté interesado en "exagerar" algo la situación.
Todas las cosas que comentas las conocía, pero me he ceñido a la versión oficial.
En este caso, como en otros que he añadido al blog, existen cosas que no acaban de cuadrar, pero no puedo dar una opinión ni añadir información que no está probada.
Por eso, es la versión oficial, que es la que consta en los archivos, la que incluyo.
En cuanto a La Huella del Crimen, es normal que los implicados se molestasen, pero también hay que tener en cuenta la necesaria dósis de drama que debe tener una obra de ficción basada en hechos reales.
Un saludín

Anónimo dijo...

Sé de 1ª mano lo ocurrido pues fuí amigo muchos años de Carmina Berenguer (de soltera Cid), la envenenada. Ilustraré a algunos bitacoreros aclarando: 1º.- Aunque Pilar fuera analfabeta no necesitaba leer el prospecto del diluvion; bastaba dar una cucharadita (aparte de que el prospecto hablaría de dosis para hormigas). Carmina recordaba que estando ya en cama y con dificultades para coger la taza de café ella la ayudaba para que se tragara bien los posos. 2º.- Manolo, su marido, se devanaba los sesos, al igual que sus colegas, buscando la causa. Lo primero que pensaron fue en arsénico, pero no siguieron por ahí porque no tenía sentido. A alguien se le ocurrió ir a la casa donde había servido y resulta que la tendera había muerto de una extraña enfermedad ... A Manolo le faltó tiempo para denunciar a Pilar 3º.- La película sentó mal en todos cuantos conocíamos la verdad. Carmina me aseguró que su marido no estaba en la prisión cuando la ejecución; se enteraron por los periódicos. 3º.- La película es un bodrio infumable ¿Cómo iba la policía a obtener una confesión válida si aunque supiera pintar su firma la envenenadora no sabia leer? ¿A quién convence esa escena totalmente irreal de la rea sentada enfrente del verdugo en la misma habitación en que están los oficiales de la prisión y unos frailes? ¿Y el esperpento, inventado, seguro, de los frailes pidiendo sus ahorros al saber que va a ser ejecutada, para decirle misas? !Qué risa! 4º.- Carmina vino a mi despacho por si podía como abogado parar la exhibición de la cinta de "ese cochino vasco" (fueron sus palabras). La dije que se podía intentar, pero desistió cuando vio que con su magra pensión no iba a poder pagar los gastos. No así el hermano de la envenadora, que intentó reclamar dinerito y el tribunal supremo acabó denegándole indemnización. Encima un periódico había afirmado que ella estaba muy vieja e impedida y vivia en un asilo. "pues no señor, vivo en mi casa de la calle Jorge Juan, lo de vieja no se lo paso, que con mis más de 80 años me baño y nado en las rocas en Jávea todo el mes de agosto y de impedida sólo tengo la secuela del veneno de las manos algo deformes.

Víctor Alós dijo...

Anónimo, muchas gracias por la información. Cuando tiramos de hemeroteca, nos encontramos con cosas que puede que no se ajusten a la realidad, pero es todo con lo que podemos trabajar.
Reitero mi agradecimiento y espero se pueda hacer un estudio más serio, en algún momento, sobre todo el caso. Esto es, simplemente, un pequeño esbozo con información obtenida de la prensa de la época y otra obtenida de varias fuentes dispersas.

Un saludín

Anónimo dijo...

Algo me dejé en el tintero ayer. Carmina era jugadora habitual de bridge (en ese ambiente la conoci y la traté muchos años), persona muy dicharachera y optimista. Vino a mi despacho con gran enfado porque le habían dicho que en la película se insinuaba que su marido se entendía con la envenenadora (creo que esto no aparece en la cinta) y que su marido fue a la cárcel el día de la ejecución (totalmente falso). Asimismo se silenciaba que el abogado defensor, una vez condenada, les solicitó un documento de perdón, con lo que la probabilidad de indulto era superior. "Yo como cristiana estaba dispuesta a perdonar, pero contemplando las secuelas que el arsénico me había dejado se me hacía muy cuesta arriba. Al final, retorciéndome el corazón, firmé el perdón". Lo que nunca entendió fue el móvil para envenenarla a ella. El de la calle Sagunto estaba claro. Quería suplantar a la señora. El de su compañera Aurelia también claro: eran los celos y quería suplantarla como novia. Pero envenenarla a ella no tenía ni pies ni cabeza. Nunca había tenido ni una mala palabra con ella, su relación era excelente ¿Cómo podía ser tan malvada como para ver el día a día del deterioro de sus víctimas? Lo que peor llevaba era que insinuaran nada malo de su marido "Hemos sido un matrimonio muy bien, pero que muy bien avenido, que duró, no como los de ahora. Mi hijo me aconseja que no mueva nada, que estas cosas son como la m..., que cuanto más la remueves peor huele". Para mí Carmina ha quedado como el prototipo de persona que por falta de dinero se ve inerme ante el ataque de quienes disponen de altavoces mediáticos y disparan impunemente contra el ciudadano de a pie.- Puedo enviaros, si me lo pedía, una foto de ella de hacia 1990 tras un campeonato de bridge

Anónimo dijo...

hola buenos dias señor anonimo creo que usted es un resentido aun despues de 50 años o mas, que fue ella no hay la menor duda, dos familias diferentes que no se conocian de nada y ella fue sirvienta, en sus palabras aun hoy hay odio, si es abogado porque no nos cuenta, cuanta gente fue ajusticiada segun decian, segun yo asesinada, beniopa un asesinato de dos mujeres aun hoy hay un secretismo total y brutal sobre el asunto 40 años despues si lee lo poco que hay es malo y casi todo un guion barato, la policia y guardia civil hacian su trabajo pero mal la cancion era has sido tu ostia y solamente tu otra ostia y asi consiguian sus intachables investigaciones

Anónimo dijo...

por cierto el asesinato de las dos mujeres de beniopa/gandia (valencia) hay algo publicado? a manos supuestamente de pedro martinez exposito segun la fantochada que se cuenta gracias

Anónimo dijo...

Mi opinión sobre este tema es que es otra chapuza de la policia,
1º se la detuvo durante 36 horas sin darle nada de comer le hacen firmar una declaración que a ellos les interesa. porque tanta prisa porque no analizaron el té?
2º tampoco los chapuceros estos se dignaron a ir al juzgado y averiguar las ultimas muertes dentro ese año por causas similares.
3º era mas que facil que ella tubiera dentro su ajuar el mata hormigas, era gente pobre vivia rodeada de polillas,hormigas ect..
4º quien garantiza que estos tios no le dejaran dentro el ajuar en el registro? nadie, iban siempre de mangas largas y dentro las mangas caben 100 botecitos de esos.
5º tampoco averiguarón donde compro ella ese tipo de veneno, ni en cuanta cantidad, una persona no es un hormiga, tiene que ingerir muchos botecitos de esos y no es cuestion de dos semanas un mes.


Anónimo dijo...

se me pasaba por alto 6º de ser ella trabajo en multitud de casa,s podrián ser mas victimas y los chapuceros estos solo se centrarón mas bien en una sola familia, porque si no ocurre en esa familia hubierán podido ser muchisimas las victimas, en el 2º punto matizar no solo el té sino cualquier habito de consumo entre las mujeres.

Anónimo dijo...

la declaración del verdugo


La fecha señalada fue el 19 de mayo de 1959, y la víspera se iniciaron en la prisión de Valencia los preparativos del siniestro ritual.

Antonio López Guerra, el verdugo, se presentó a las diez de la noche, tal y como le habían citado. Tenía ocho horas por delante porque “el trabajo”, como a él le gustaba decir, estaba previsto para las seis de la madrugada, antes de que amaneciera. Ocho horas para hacerse con el lugar y preparar el garrote, adaptando a la silla en la que se iba a sentar Pilar el palo, el torniquete, la argolla y los demás elementos que componían el nefasto instrumento.

Este López Guerra es el mismo que dos meses después ejecutó a Jarabo en Madrid, cuya curiosa historia podeis ver pinchando aquí, y sería también el ejecutor de Salvador Puig Antich en marzo de 1974, el último ejecutado en el garrote vil, pero a nuestro amigo nadie le había prevenido de que esa noche la condenada era una mujer, y ahí empezaron los problemas: en el momento que fue informado se negó a ejecutar a Pilar.

Tal como dijo años después al escritor Daniel Sueiro:

“Una de las primeras condiciones que se debían poner al entrar en este destino es la de no tener que ejecutar nunca a una mujer. Ejecutar a una mujer es peor que ejecutar a treinta hombres. Tener que hacerlo con una mujer es lo más duro, y más con una muchacha joven de carnes tan blancas como aquélla”.

La imagen en el cuerpo de guardia era dantesca. Al verdugo le habían dado una botella entera de coñac para darle valor, todos los presentes estaban pendientes del teléfono por si llegaba el indulto en el último instante, lo que todos deseaban para poder ahorrarse el macabro espectáculo, y Pilar gritaba como una posesa: “¡Soy muy joven! ¡No quiero que me maten!”.

Así continua la narración del verdugo López Guerra a Daniel Sueiro:

“Todas las personas que estábamos allí, el presidente, los del tribunal, empleados de la prisión de mujeres y todos, hasta el cura, todos decaídos y desanimados porque una mujer es muy diferente a un hombre. Una hora lo menos esperando allí, desde las seis de la mañana hasta cerca de las siete, ya era completamente de día, se hizo de día y todos con las caras desencajadas y a uno de los oficiales le dio un mareo y tuvieron que llevárselo.

Iban a dar las siete, ya de día, hacía sol y entonces ya sin poder aguantar voy y le digo que a ver qué hacemos, qué coño pasa, cuándo se hace esto porque si no yo me voy. La muchacha debió de oírme, que seguía allí esperando, y entonces va y se dirige a mí y entonces fue cuando ella me preguntó si yo tenía mujer, si tenía una hija, sí, y por qué tenía tanta prisa, por qué tenía yo tantas ganas de matarla”.

Pero López Guerra no tenía en absoluto ganas de matarla y al oír las palabras de Pilar acerca de si tenía una hija volvió a negarse a ejecutarla.

Cuando daban las siete en el reloj de la prisión y el sol brillaba en el patio, la fuerza pública tuvo que llevar a rastras hasta el patíbulo tanto a la condenada como a su verdugo. Con visibles temblores, López Guerra fue capaz de dar una vuelta y media de manivela, suficiente para romperle el cuello a aquella desgraciada que acababa de cumplir 31 años.

Anónimo dijo...

su hermanito intento cobrar un dinerito y el supremo se lo de nego? yo los hubiera demandado por genocidas al tribunal de derechos humanos, porque eso no era policia, eran cuatro mas analfabetos que la reo.

Anónimo dijo...

¿Cómo iba la policía a obtener una confesión válida si aunque supiera pintar su firma la envenenadora no sabia leer? eso lo escribio usted señor supuesto letrado le dire que para una confesion no se necesita saber leer pero si hablar y ella imagino que hablaria desde los 3 años tenia 26

Charliepatillas dijo...

Sí lo que le hicieron a ella fue un castigo que alguien me diga entonces como llamamos a lo que hizo ella a su víctimas
Saludos

Anónimo dijo...

Charliepatillas/ tan seguro estas de que fue ella? creo que ni los mediocres que la interrogarón estaban seguros, porque no tubierón lo que hay que tener para asistir al juicio, cualquiera despues de 36 horas de interrogatorio sin darle de comer solo aspirinas firma los que los majaderos esos querian.

Anónimo dijo...

Te dire el porque no aparecierón por el juzgado, a esos les habián recomendado no aparecer para que no hicierán una cagada en el juicio como la hicierón en la chapuza de investigación y condenarla a muerte, de haber aparecido los super agentes quizas su cagada declarando hubiera sido otra la sentencía, pero claro no apareciendo, no habia peligro que abriendo sus bocazas de policias mataos se les escapase con vida de la sala.